miércoles, 5 de agosto de 2009

I- 8o Piso por escalera

“Vendo hermoso departamento, 8° piso por escalera”. Otra vez el ascensor no andaba, ya estaba más que harta, enojada, y al subir los últimos escalones imaginó el paradójico aviso en el diario… Se rió con cierta amargura: era un chiste para sí misma.
Soltó las bolsas del supermercado, se desplomó en el sofá. Desde que la relación con Gabriel había terminado, hacía tanto ya, su soledad parecía una fortaleza impenetrable. Varios hombres habían pasado sin dejar ninguna huella en su vida, sin hacer el menor esfuerzo por llegar realmente a ella… Deseada por varios, pero inalcanzable para todos, pensó. Todos mediocres, sin ambiciones, sin pasión.
¿Por qué se le ocurrían ahora estas ideas? 8° por escalera. Le seguía resonando en la cabeza el aviso imaginario. Claro, ella y su casa eran uno solo. Hermoso departamento, 8° piso por escalera.