viernes, 14 de agosto de 2009

Para hacer el retrato de un pájaro

Pintar primero una jaula
con la puerta abierta.
Pintar después, algo gracioso, algo simple, algo hermoso,
algo útil, para el pájaro.
Apoyar después la tela contra un árbol
en un jardín, en un montecillo o en un bosque.
Esconderse tras el árbol
sin decir palabra, sin moverse...
A veces el pájaro aparece al instante,
pero puede tardar años antes de decidirse.
No desalentarse. Esperar.
Esperar si es necesario durante años.
La prontitud o la demora en la llegada del pájaro,
no guarda relación con la calidad del cuadro.
Cuando el pájaro aparece
(si aparece)
observar el más profundo silencio,
aguardar que el pájaro entre en la jaula.
Una vez que halla entrado,
cerrar suavemente la puerta con el pincel.
Entonces, borrar de uno en uno todos los barrotes,
teniendo cuidado de no rozar siquiera una pluma al pájaro.
Hacer después el árbol,
cuya más bella rama, será reservada para el pájaro.
Pintar también el verde follaje y la frescura del viento,
el polvillo del sol,
el ruido de los bichitos sobre la hierba al calor de el verano.
Y esperar entonces que el pájaro se decida a cantar.
Si el pájaro no canta, es una mala señal.
Señal de que el cuadro es malo.
Pero si el pájaro canta, es una buena señal.
Señal de que pueden firmarlo.
Entonces, arrancar suavemente una pluma al pájaro
y escribir vuestro nombre en un ángulo del cuadro.

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